A Gospel Reflection
by Fr. Tom Griffin, SJ | 05/01/2022 | From Fr. Tom GriffinToday’s gospel is a different sort of ‘fish story’. After the resurrection, the disciples were feeling a little lost. Jesus was no longer with them in the same way that he was before and they lost their enthusiasm for doing the good works they used to do with him. So, they went back to their old ways – they went fishing. Jesus knew that they needed some motivation so, although he no longer looked the same after the resurrection, he paid them a visit and made them breakfast. They recognized his presence.
Jesus gave them an enormous catch of fish, reminding them that he would always provide everything that they would need to continue his work. Then, three times, Jesus asked them if they loved him. Three times they said yes. Three times Jesus told them to feed and care for his sheep – his people. Reenergized, they left their fishing nets and went back to work.
How many times do we tell Jesus that we love Him? How many times does Jesus tell us to be kind and merciful, and that he’s with us to help us? How many times do we just stay in our boat?
El evangelio de hoy es una "historia de peces" distinta. Después de la resurrección, los discípulos se sentían un poco perdidos. Jesús ya no estaba con ellos como antes y perdieron el entusiasmo por hacer las buenas obras que hacían con él. Entonces, volvieron a sus viejas costumbres: fueron a pescar. Jesús sabía que necesitaban algo de motivación así que, aunque ya no se veía igual después de la resurrección, los visitó y les preparó el desayuno. Reconocieron su presencia.
Una Reflexion del Evangelio por el P. Tom Griffin, SJ
El evangelio de hoy es una "historia de peces" distinta. Después de la resurrección, los discípulos se sentían un poco perdidos. Jesús ya no estaba con ellos como antes y perdieron el entusiasmo por hacer las buenas obras que hacían con él. Entonces, volvieron a sus viejas costumbres: fueron a pescar. Jesús sabía que necesitaban algo de motivación así que, aunque ya no se veía igual después de la resurrección, los visitó y les preparó el desayuno. Reconocieron su presencia.
Jesús les dio una enorme captura de peces, recordándoles que siempre les proporcionaría todo lo que necesitarían para continuar con su obra. Entonces, tres veces, Jesús les preguntó si lo amaban. Tres veces dijeron que sí. Jesús les dijo tres veces que alimentaran y cuidaran a sus ovejas, a su pueblo. Revitalizados, dejaron sus redes de pesca y volvieron al trabajo bueno que hacían con Jesús.
¿Cuántas veces le decimos a Jesús que lo amamos? ¿Cuántas veces Jesús nos dice que seamos amables y misericordiosos, y que está con nosotros para ayudarnos? ¿Cuántas veces nos quedamos en nuestro propio barco?
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