Why does priest where different colored vestments?

by Fr. George Teodoro, S.J.  |  06/18/2023  |  Why do we do that?

The use of liturgical colors to mark various occasions and seasons is almost as old as the Church itself. Most cultures find ways to mark different seasons and periods of life, and Christianity was no different. Based on artwork from the early centuries, we know that a wide variety of colors of vestments were used for various ceremonies – with a particular emphasis on white as a symbol of the resurrection and of the new life through baptism. For the first millennium of the Church, however, the use of liturgical color was based on local custom, rather than a standardized practice. It often had to do with what materials and what dyes were available in a given region.

In the 13th century, Pope Innocent III began the process of standardizing the practice of liturgical color to symbolize the perennial themes of liturgies, and mandated four liturgical colors: white, green, red, and black. The Council of Trent further refined and developed this system in 1570 to what we have today – Purple, White, Green, Red, Rose (Pink), and Black.

PURPLE symbolizes sacrifice, penance, and preparation, and is the color of Advent and Lent.

WHITE symbolizes light, purity, glory, and the resurrection, is the color of Christmas, Easter, baptisms, and the veneration of most saints.

GREEN symbolizes life and health, and is the color of Ordinary Time.

RED symbolizes both Spirit and blood, and is the color of Pentecost, Passion Sunday, Good Friday, and the veneration of martyrs.

ROSE symbolizes joy and hope, and is used to mark the halfway points of Advent (Gaudete Sunday) and Lent (Laetare Sunday).

BLACK symbolizes death and grief, and may be used at funerals and All Souls Day, but since Vatican II, the preference is to use white to emphasize the hope of the resurrection.

The use of liturgical colors, in both clergy vestments and church décor, increases our awareness of the unique character of each Mass and each season, and helps us enter more fully into the spirit of each celebration.

¿Por qué el sacerdote usa vestimentas de diferentes colores?

El uso de colores litúrgicos para marcar diversas ocasiones y estaciones es casi tan antiguo como la Iglesia misma. La mayoría de las culturas encuentran formas de marcar diferentes estaciones y períodos de la vida, y el cristianismo no fue diferente. Sobre la base de obras de arte de los primeros siglos, sabemos que se usaba una amplia variedad de colores de vestimentas para diversas ceremonias, con un énfasis particular en el blanco como símbolo de la resurrección y de la nueva vida a través del bautismo. Sin embargo, durante el primer milenio de la Iglesia, el uso del color litúrgico se basaba en la costumbre local, más que en una práctica estandarizada. A menudo tenía que ver con qué materiales y qué tintes estaban disponibles en una región determinada.

En el siglo XIII, el Papa Inocencio III inició el proceso de estandarizar la práctica del color litúrgico para simbolizar los temas perennes de las liturgias y ordenó cuatro colores litúrgicos: blanco, verde, rojo y negro. El Concilio de Trento refinó y desarrolló aún más este sistema en 1570 a lo que tenemos hoy: púrpura, blanco, verde, rojo, rosa (rosa) y negro.

MORADO simboliza el sacrificio, la penitencia y la preparación, y es el color del Adviento y la Cuaresma.

BLANCO simboliza la luz, la pureza, la gloria y la resurrección, es el color de la Navidad, la Pascua, los bautizos y la veneración de la mayoría de los santos.

VERDE simboliza la vida y la salud, y es el color del Tiempo Ordinario.

ROJO simboliza tanto el Espíritu como la sangre, y es el color de Pentecostés, el Domingo de Pasión, el Viernes Santo y la veneración de los mártires.

ROSA simboliza la alegría y la esperanza, y se utiliza para marcar los puntos intermedios de Adviento (Domingo de Gaudete) y Cuaresma (Domingo de Laetare).

NEGRO simboliza la muerte y el dolor, y puede usarse en los funerales y el Día de los Muertos, pero desde el Concilio Vaticano II, la preferencia es usar el blanco para enfatizar la esperanza de la resurrección.

El uso de colores litúrgicos, tanto en las vestiduras del clero como en la decoración de la iglesia, aumenta nuestra conciencia del carácter único de cada Misa y cada estación, y nos ayuda a entrar más plenamente en el espíritu de cada celebración.

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